CARTA DE ASCENSIÓN A UNA MADRE: A LA MIA, A LA QUE ME PARIO
Ignoro tu nombre, no recuerdo tu sonrisa ni el tono de tu voz, jamás sentí el calor de tus brazos ni conozco el olor de tu piel, pero nunca conseguí olvidar el sabor de tus entrañas. Siento tu presencia, tu llamada desesperada, el silencio de tu lamento como si de un canto de sirenas se tratara… un canto que te envuelve y te hace ir tras su melodía…
Sin ti mamá me siento mutilada en lo más profundo de mi ser. Me falta tu vida, tu historia, tu pasado y tu presente que son en definitiva mi propia vida, la historia y la vida de mis hijos… sin esa parte de nuestra vida estamos incompletos…
Hace años, cuando aún no había despertado del sosiego que te da la inocencia de la infancia hice de mi vida un fin… BUSCARTE, y de ese fin una meta… ENCONTRARTE.
Han sido muchas las ocasiones en las que he experimentado el deseo de rendirme, de abandonar, de dejarme llevar por la corriente hacia la nada… dejé muertos los brazos, muertas las piernas, la cabeza, las fuerzas, las ganas… pero no conseguí detener mi corazón, él palpitaba y seguía su propia epifanía, un instinto diferente al mío, mi corazón deseaba buscarte y se marchó, no me quedó otra que ir tras él.
Ha sido un largo camino de frustración, de incomprensión, de soledad… sintiendo que me faltaba lo más elemental del ser humano, eso que la mayoría tienen y no se detienen a valorar. No es fácil explicar lo que siento por ti mamá. Me llevaste durante nueve meses en tu vientre y me pariste con dolor… seguramente lloraste mi muerte, tal vez aún sigas llevando flores a una tumba vacía o tal vez no tengas ni el consuelo de esa tumba…sin saber que te busco…… tal vez ahora lo hayas descubierto y me estés buscando… tal vez… en cualquier caso ambas opciones me producen un enorme dolor, frustración y vacío.
En este navegar han sido muchas las veces que he escuchado palabras de desánimo, ¿para qué buscar ahora? ¿Para qué remover el pasado?... ya tuviste unos padres que te quisieron y te dieron una vida muy cómoda…. ¿acaso lo he cuestionado alguna vez? Sin lugar a dudas he tenido unos padres maravillosos a los que amo y trato de honrar a diario, pero esas personas no parecen entender que esa vida cómoda y esos padres no me pertenecían……
¿Que mi vida habría sido menos confortable junto a ti? Es probable.
¿Que habría vivido mejor o peor?... Nunca lo sabré, pero hay una realidad que es irrefutable… Buena o mala, ERA MI VIDA Y NADIE TENÍA DERECHO A ROBÁRMELA.
A pesar de tanto desaliento no consiguieron hacerme desistir. Durante años nadé sola y perdida, he nadado a contracorriente, he tenido miedo a perderme en la inmensidad del océano, de hecho creo que en varias ocasiones lo he estado e incluso a veces creo que no me acabo de encontrar, pero eso no me impide seguir nadando en la dirección elegida por mí, porque el romper de las olas ya se oye lejano y sigo nadando, cada vez más lejos, cada vez más cerca, más segura de mí, más yo misma… Porque ahora no estoy sola, ahora nado junto a miles de hijos que buscan a sus madres y miles de madres que nos buscan a nosotros. Estas personas que ya se han convertido en parte de mi vida me alientan cada día con su incansable tesón.
También hay otras personas que nos alientan día a día en esta larga travesía, personas que han hecho suya nuestra lucha y nos tienden la mano cuando estamos a punto de desfallecer, nos prestan su aliento para que no caigamos al abismo… ya no estoy sola y no quiero volver a estarlo mamá, sin todos estos hombres y mujeres seguiría navegando a la deriva, en dirección a la nada.
A veces el miedo nos daña y nos puede separar. Tenemos que perdernos si nos queremos encontrar pero te aseguro mamá que NI EL TIEMPO, NI EL MIEDO, NADA PUEDE PARAR QUE ALCANCE MI META… LA NAVEGACIÓN NADIE LA PARARÁ … IGNORO SI ME BUSCARÁS PERO SÉ QUE TE ENCONTRARÉ